martes, 6 de noviembre de 2012

Esta vez, tu ausencia no me hará llorar.

Me prometistes que cambiarías, que no serías el mismo idiota que me trataba como una basura. Me mentístes, me equivoqué al creerte. No sé muy bien el por qué confié en ti, cuando tu nunca me distes ningún motivo para hacerlo. Todos me lo advirtieron y pensé que sería mejor darte una segunda oportunidad, pero hoy me doy cuenta de que las segundas oportunidades nunca fueron buenas.
Me dí cuenta de que no me mereces, yo me merezco algo que valga, por lo menos, algo que valga más que tu.

¿Sabes? es una pena que todos esos momentos que vivímos, para ti solamente fueron estúpidos juegos a los que juegan niñatos de tu edad.

¿Pero sabes una cosa?
Hoy, después de aver derramado mil lágrimas por ti, me he levantado del sofá para prepararme con el mejor traje que tenía en mi ropero, con unos buenos tacones, y una buena blusa con escote. Hoy se acabó eso de pasarme días y días llorando por tu ausencia. Esta vez, tu ausencia no me hará llorar. Piérdete de mi vista estúpido.

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